Transcripción
Es de día, el cielo está levemente nublado en un pequeño pueblo marítimo. En el fondo, el mar a lo lejos, tapado por porciones de la costa cubiertas de pasto silvestre. Sobre una de esas laderas, algunas casitas de techo de tejas a dos aguas. En una de las casas más cercanas puede apreciarse una pared hecha de piedras de tamaños irregulares. Más cerca, la casa del herrero. La misma también tiene un techo de tejas, y una pared hecha con listones de madera en su parte superior, y grandes bloques de piedra gris en la parte inferior. En la sección superior hay una ventana con una portezuela de madera abierta verticalmente. Debajo de la ventana, un pequeño macetero que contiene bellas flores. Del otro costado de la pared sobresale un cartel colgante de metal, que tiene calada dentro la figura de un martillo golpeando un yunque. En el medio de la pared de la casa está la puerta abierta, de cuya abertura asoma el herrero, vestido con un suéter pardo con un diseño de triángulos en el centro, y un pantalón claro. Saluda sonriente a Fran y Hector, ambos de unos 12 años, que bajan animadamente por una escalera de madera con barandal que va de la puerta hasta un sendero empedrado, ya que la casa está apenas elevada por sobre el suelo. Debajo de la escalera crece frondosamente el pasto y algunas plantas. Fran, alegre y guiñando un ojo, se despide alzando una mano. Lleva un suéter claro de cuello ancho, y encima una campera oscura con cuello de corderito. Debajo, un jean y zapatos oscuros. Delante suyo va Hector, que lleva contento una gran canasta de mimbre colgando de un brazo. Con ambas manos se sujeta la unión de su saco largo y amarronado. Debajo, lleva un pantalón oscuro con botamanga alta y zapatos de cuero. En la parte superior de la imagen flota el título Degaussing, y en la esquina inferior derecha el número 3.